Ferrari y Mercedes deben enfrentarse a un gran obstáculo para la próxima temporada y es el límite presupuestario. Por esta razón, ambas escuderías evalúan varias medidas para evitar el despido de empleados.
A mediados del año pasado, los equipos se pusieron de acuerdo para que en 2021 el presupuesto tenga un techo de 145 millones de dólares con el objetivo de hacerle frente a la crisis económica por el coronavirus.
Por esta razón, del lado de Ferrari, Mattia Binotto declaró ante la prensa que tratan de trasladar a parte del personal a los programas de coches de carretera ya que son una empresa muy grande.
También, hace unas semanas, Ferrari anunció que Simone Resta se convirtió en el director técnico de Haas y junto a él se fueron parte del personal que seguirán en Maranello pero su labor corresponderá al equipo estadounidense. Sin embargo, el ingeniero italiano mantiene su contrato con los de Maranello pero se lo paga la escudería comandada por Gunther Steiner.
Otra de las medidas que tienen en cuenta es llevar algunos especialistas al programa GT para cuando se discuta el programa de Le Mans y otra parte del personal estarán en la producción en serie porque Ferrari vaticina un aumento en la gama de modelos. Además, también piensan en hacer menos despidos y para eso, podrían reducir los sueldos para no perder ingenieros en Fórmula 1.
Mientras que Mercedes, que tiene una de las plantillas más grandes de la F1 junto a Red Bull y la propia Ferrari, rechaza la posibilidad de echar trabajadores y para mantenerlos son dispersados en diferentes áreas dentro de Brackley.
Además, según informó Motorsport, parte de los empleados que fueron despedidos en su momento, estarán bajo las órdenes de INEOS para su proyecto de la Copa América. Mientras que habrá otros que vayan a Aston Martin o Williams.
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