A falta de más de dos meses para que se dispute su Gran Premio, el circuito de Albert Park dio por finalizada sus remodelaciones.
Luego de estar dos años fuera del calendario de la Fórmula 1, el GP de Australia regresará a ser una carrera regular para la próxima temporada. Su última edición fue en 2019, cuando ganó Valtteri Bottas, y desde ese entonces el trazado de Melbourne no pudo organizar una competición debido al comienzo de la pandemia del covid-19 y a las restricciones impuestas por el gobierno local.
Pese a eso, durante estos años, los organizadores aprovecharon para remodelar el circuito con el propósito de aumentar las oportunidades de adelantamiento. Dichas reformas consistieron en dos puntos claves. El primero tiene que ver con ensanchar algunos sectores del trazado, cómo la calle de boxes que ahora es dos metros más ancho. Mientras que el segundo, está enfocado en la eliminación de la chicane de Lakeside Drive, entre las curvas 9 y 10, que ahora pasó a ser una secuencia rápida.
Además de estás modificaciones, los organizadores del Gran Premio repavimentaron todo el circuito por primera vez desde 1996. A su vez, según Andrew Westacott, director general de la carrera, todos los cambios sumado a los nuevos monoplazas, harán que los tiempos bajen de una forma significativa.
"Tendremos tiempos cinco segundos más rápidos, con los nuevos coches de efecto suelo también tendremos batallas más reñidas", declaró Westacott, en una entrevista para la página web Speed Cafe.
"Además, con la ampliación en cinco curvas más, especialmente la curva 6, donde los pilotos pasarán a 150 km/h y ya no a 90 km/h, se producirá un aumento significativo de las fuerzas G", agregó el director general del GP.
Cabe recordar, que el Gran Premio de Australia será la tercera carrera de la temporada 2022 y está pactada para el 10 de abril.
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